sábado, agosto 26, 2006

Reforzarse o morir en el intento


Recién abierto el bar del Club Social y Deportivo Cuesta Abajo, y allí están, como siempre, junto a la mesa pegada a la ventana, Marquitos y el Manco charlando de todo un poco y muy poco de todo: “el problema de los clubes es que no se mantiene la base de un campeonato a otro”, “cambian todo como si fuera un Fen shoy o como se llame”, “los jugadores no son muebles, aunque alguno lo parezca”...

Marcos nos cuenta que Cuesta Abajo no tiene ese problema porque su situación es homónima: “Nosotros siempre mantenemos la base para el siguiente torneo. Hay veces que la mantenemos tanto, que los materiales se vuelven obsoletos. Habría que de vez en cuando traer algún pibe. Hace rato que no solo mantenemos la base de jugadores, sino también muebles, botines, empapelado y cualquier cosa que no sea perecedera”, aclara uno de los emblemas de la institución.

El equipo rara vez se refuerza y muchas veces las incorporaciones ‘refuerzan’ la Cuesta Abajo, literalmente.

“Con esto de la desaparición de los potreros, ya no salen pibes como antes. Ahora en lugar de potreros hay Cibers y los pibes salen cracks de los jueguitos”.

Mientras sigue hablando, aparece Paco (atiende el bar, cobra la cuota, se encarga de la utilería y lava la ropa) con unos aperitivos Terma y Cinzano, acompañados con dos platitos con fritas y maní.

El Manco, un poco más callado, se incorpora: “La última vez que tuvimos buenos refuerzos fue cuando le cedimos el vestuario a la municipalidad para vacunar a los críos del barrio. Refuerzos de BCG y Sabín, tuvimos”, afirma sin perder el humor.

Este señor que no pierde el humor, tampoco pierde de vista el fútbol profesional: “Igual los nombres no te garantizan nada. Mirá, salvo Independiente, en donde ya rindieron frutos, el resto todavía ni fu ni fa...”.

Y algo de razón tiene. Los equipos que, - al menos si de nombres hablamos -, mejor se reforzaron, todavía no mostraron nada diferente al resto. Y suena bastante lógico. Todo grupo con nuevos integrantes necesita tiempo y trabajo para conocerse y funcionar más ‘aceitado’, pero un equipo que cambia totalmente el plantel, necesita mucho más tiempo.

Generalmente, cuando termina una temporada, en la gran mayoría de los equipos se exigirá “que se vayan todos, que no quede ninguno”. Se tirará abajo la frase “mejor malo conocido que bueno por conocer” como si de un edificio en demolición se tratara, y siempre será mejor el jugador incorporado que el de la temporada anterior. Una vez cumplidas algunas fechas, casi como regla, se exigirá que vuelva el plantel del año anterior, que “estos son peores”, “tal o cual no era tan malo, al menos hacía algo”.

Puede ser un grave error dinamitar cada grupo formado y empezar a construir de cero, ya que muchas veces es bueno tener cimientos firmes o una “base”, para edificar con material nuevo. De cambiar todo, será casi un hecho que el equipo no se afianzará hasta después de transcurridas 5 o 6 fechas, y en un campeonato corto, 15 o 18 puntos son demasiado riesgo a correr.

El caso de Independiente no es tan extremo y si bien fue uno de los que más incorporaron, mantuvo algunos referentes. Los resultados se comenzaron a dar en base a las nuevas incorporaciones que generaron dividendos a partir del partido inicial; llámese Gioda, Germán Denis, “El Rengo” Díaz, más dos que volvieron: el Rolfi Montenegro y Orteman. “El resto de los equipos, ni pa’ espiar”, completa El Manco, que se siente un poco más esperanzado cuando recuerda que un Rengo es figura en Primera A.

Distinta es la situación de Huracán en la B Nacional, que de la mano de incorporaciones de renombre, entre ellos, Leo Díaz, Cristian Díaz, Barrientos, La vieja Moreno, Ubeda y unos cuantos más, sufrió durísimos traspiés.

En la B Metro, Tristán Suárez formó un Dream Team, con Ariel Jesús, Ércoli, Bazán Vera, Katip y Pepe Monje, pero marcha antepenúltimo con dos empates y dos derrotas.

Que decir de Dock Sud, en la C, con el Luigi Villalba, Bettoni, Flavio Dominguez y Bonifatti; o Colegiales, con Mancini, Artaza, Cameroni, Pablo Lopez o Mauricio Peralta. Ambos equipos están 17º y 13º en la tabla de posiciones. ¿Y el Atlas de Reality? ¿¿Con Yanello, Bianchi, Canseco?? Está a 5 equipos del fondo de la tabla.

“Lo ideal, es mantener una base y agregarle algunas incorporaciones. Ni mantener todo igual, ni cambiar el plantel completo”, redondea Paco, a la pasada.

“No tengo dudas que a la larga estos equipos van a dar pelea, pero ya regalaron 4 o 5 fechas, y son puntos que se lamentan al final”, dice Marquitos, para luego continuar “si cambiás a todo el plantel, jugás mal 4 o 5 fechas, no conformas a la gente que tampoco tiene mucha paciencia y si no vas primero se termina yendo el técnico”.

“Al final, el Bambino Veira era un iluminado cuando dijo “¡¡La Base ssstá!!”, y luego, ya que todo tiene que ver con todo, “ahora son todos atletas, antes comíamos un asado con vino y a las dos horas estábamos jugando un Clásico”.

Posiblemente no tenga que ver con el tema, pero el Manco es de los que cree que ESA frase debe estar en toda conversación.

Marquitos vuelve a tomar la palabra: “¡Ahora nadie se identifica con la camiseta!, te lo dice alguien que vistió la de Cuesta Abajo 25 años consecutivos. Con decirte que un día vine de traje y nadie me reconoció”.

El debate está abierto, La Base vs. Renovación total. Hay ejemplos que avalan ambas teorías. Independiente del Tolo Gallego, Campeón con un equipo casi nuevo. Vélez de Bianchi, Campeón en base a la perpetuidad del plantel. También hay Grises, como el Boca del Coco Basile o el River de Astrada y Díaz, Campeones con una combinación equilibrada entre ‘nuevos’ y ‘viejos’.

Justo cuando nos vamos despidiendo, Paco se acerca y nos tira su última frase: “La gente hoy día vive impaciente, quiere todo ya. No le gusta esperar...”, mientras se va a corriendo. Dos clientes lo miran medio mal.

Hace 5 minutos que esperan que los atiendan.


Sergio Simionato

martes, agosto 15, 2006

S.O.S. Peligro de extinción


A poco de haberse iniciado el siglo XXI, una nueva especie comienza a desaparecer. Sabemos que Greenpeace tiene muchos asuntos por resolver, y no deja de desdoblarse para poder cubrir todos los frentes posibles. Pero en medio de su vorágine, olvidó atender a cierta especie que se extingue en forma casi irreversible. Talentosum Creativum es el nombre científico y en tiempos pasados corría libre por todo el verde césped. Luego, en la década de los 80’ y comienzos de los 90’ se lo solía encontrar en cualquier campo de fútbol, pegado a la línea de cal y se lo reconocía como un socialista puro, generalmente “zurdo” jugando por “izquierda”, encargado de darles juego a “todos por igual”.

Los tiempos cambiaron, y tuvo que emigrar de aquel sector izquierdo, punto estratégico del que surgían sus principales características creativas. Es que aquel sector izquierdo comenzó a habitarse con un fiero depredador, Carrilerus Velocim, que no aceptó compartir su hábitat con un ser tan “diferente”. El Talentoso Creativo, entonces tuvo que refugiarse bien en el centro del campo, y de mitad de cancha en adelante, resignándose a ver poco y nada a su querida línea de cal. Desde su nueva ubicación entre los volantes de recuperación y los delanteros, actúa como nexo, como “enlace” o como se lo suele denominar, “Enganche”. Los cazadores rivales ponen su mira en él, rápidamente, y desde el minuto cero, éste hábil ser, será partícipe de un ritual consistente en resistir todo tipo de agresiones, ataques y golpes, que tienen el objetivo directo de amedrentarlo.

Será reconocido fácilmente por señas particulares comunes a toda la “especie”: una mente lúcida, un trato delicado del balón, celeridad en la resolución de cada jugada, capacidad de habilitar a cualquier compañero, generalmente una buena pegada, liderazgo y conducción del equipo, panorama, sorpresa e imprevisibilidad, manejo de los tiempos y el freno, mentalidad ofensiva, etc. Sus armas serán las asistencias o pases gol.

Se lo suele castigar con mucho más rigor que al resto de sus compañeros, y seguramente se le exigirá actuaciones sobresalientes todo el tiempo. Si está iluminado, posiblemente varios niños le digan a su padre “yo quiero ser como él”, será expuesto en medios masivos de comunicación, su cotización se duplicará, y sus calificaciones en los diarios oscilarán entre un 8 y un 10. Si no es su día, será castigado con el máximo rigor, abucheado por propios, “cargado” por extraños, se trasformará en ‘cambio cantado’, su cotización se volverá irrisoria, y sus calificaciones oscilaran entre un 5 y la nada. Si sus bajas actuaciones son más de 3 y en forma consecutiva, el entorno preguntará si no es momento del “retiro”.

Cuando sus actuaciones sean descollantes y merecedoras de elogios, se le pedirá más lujos, más magia, más creatividad, y se aplaudirá cada vez que sus pruebas lleguen a realizarse. Incluso se aplaudirá un buen intento, aún cuando su resultado no haya sido satisfactorio. Pero, cuando su performance no sea de las mejores, será insultado por cada pirueta, abucheado por cada lujo (muchas veces, hasta cuando saliera bien), y se le exigirá que trabe cada balón con sus dientes, que persiga a cada rival que se acerque con peligro de gol, que ponga “huevos”, y de vez en cuando, que pegue alguna patada. Como son seres humanos, sentirán la tentación de hacer caso al “oscilante clamor popular”, y llevar a cabo las nuevas premisas, preguntándose a cada segundo “¿Por qué me aplauden más cuando me tiro al suelo que cuando dejo un compañero mano a mano?”. En muchos momentos sentirá el deseo de abandonar sus ideales, e incorporarse a la “media”. Llegado ese punto, se cuestionará una y otra vez: “¿Por qué será que a mí me piden sacrificio (además de creación) y al sacrificado nunca le piden creación? ¿No es que somos todos iguales? ¡Entonces hagamos todos lo mismo!”. Casi en la totalidad de los casos, no tendrá compañía en su actividad y deberá encargarse de la ‘conducción’ en soledad, mientras que, los encargados de neutralizarlo, serán un staff por demás numeroso.

Muchas veces se dirá que no tiene agallas, pero nadie se animará a pedir el balón cuando el equipo se encuentre en desventaja (y el balón tenga temperaturas superiores a “aceite hirviendo”), o cuando falten pocos minutos para finalizar el encuentro en cuestión. Solo él. Solo él pedirá la pelota, a pesar de los riesgos, e intentará descubrir a cada compañero ‘escondido’ tras su marca (en forma intencional, a modo de protección). Sus enemigos ocultos serán el campo de juego en mal estado y un modelo nuevo de balón indomable. “¡Pero, si la pelota y la cancha son iguales para todos!”, dicen los poco informados. Sí, pero para crear hace falta que la pelota y el campo colaboren; en cambio, para destruir, lo ideal es más caos.

Además, este acongojado Ser busca ‘conversar’ con todos, busca hacer amigos, pero pocos lo comprenden, y casi nadie le contesta en su idioma. Finalmente, también se gana la enemistad de la mayoría de los colegiados, que, al ver que a través de sus dotes naturales marca diferencias, deciden reducir la brecha, a través de fallos con injusta comparación de ‘sensibilidad’. Si un Talentoso “roza” a un jugador Destructor, siempre se marcará falta. En esos casos no hay jueces “siga-siga”. El juez permisivo, solo lo es, cuando el ‘golpeado’ es el Talentoso. Sus marcadores suelen castigarlo casi sistemáticamente, y dichos castigos reciben rara vez la pena correspondiente. El Enganche tiene entonces, dos modos de defensa: por un lado, puede hacer justicia por “mano” propia, por lo que recibirá, él sí, una sanción ‘ejemplificadora’. Muchas veces expulsión. Por otro lado, podrá denunciar verbalmente a su agresor, exigiendo una mayor severidad a las autoridades, pero en este caso, será abucheado por ‘periodistas’ e ‘hinchas’, que lo catalogarán de “Sin Códigos” o de “jugador miedoso” (con otras palabras). Esos mismos ‘periodistas’ e ‘hinchas’, en cambio, sí interpretaran de “Con Códigos” a cada jugador que pegue un golpe artero, ya sea codazo, trompada, o patada con intensión de lesión. Esas serán, “cosas del fútbol”. El Talentoso deberá desembocar, casi por obligación, en una tercera opción que consiste en jugar, “ligar”, levantarse y callado, volver a jugar.

Si por algún designio divino, algún plantel cuenta con dos jugadores Creativos, será un desperdicio, ya que pocos Directores Técnicos deciden juntarlos en la cancha, y por lo tanto, las deducciones al respecto quedarán truncas. Hagan lo que hagan en una cancha siempre vivirán a la sombra de grandiosos jugadores que se desempeñan o se han desempeñado en esa posición.

En el Mundial Alemania 2006, solo se pudo ver algo de Riquelme (Argentina) y Kaká (Brasil), poco de Totti y Del Piero (Italia) y el único que salió airoso fue Zidane (Francia). El resto de las selecciones decidió prescindir de sus servicios. El comienzo de un nuevo año futbolístico en Argentina, da la pauta que cada día son menos. River decidió mandar a Gallardo como 5, Gianni en Argentinos se tira a los costados. Marino (Boca), Giovanni Hernández (Colón), Raimonda (Arsenal) y Maxi Morales (Racing), parecen ser de los últimos que quedan en primera A. En el Ascenso, Romano (Chacarita), Ledesma (Atlanta, aunque no juegue de entrada), Zen Bonacorsi (Brown de Adrogué), El Pepe Monje (Tristán Suárez), Orsi (Armenio) y no muchos más... es demasiado poco.

Cuidémoslos, que cada vez hay menos. Espero que no terminen siendo exhibidos en una jaula de zoológico, al lado de los Osos Panda y los Tigres de Bengala.

Espero que no llegue nunca el momento en que algún padre tenga, con tristeza, que revelarle a su pequeño: “Papá Noel y Los Creativos Talentosos no existen, hijo”.

Sergio Simionato

miércoles, agosto 09, 2006

Sentencias apresuradas


Tal como es habitual después de cada inicio del torneo argentino de fútbol, se pone a prueba todo aquello que se vino afirmando en la larga y tediosa previa. Un solo partido parece autorizar a quienes opinan para sacar conclusiones sobre cómo se desenvolverá cada equipo y sus integrantes de aquí en adelante. Lo más llamativo es que muy pocos toman el recaudo de esperar que transcurra un tiempo prudente, (aunque sea unas pocas fechas), para emitir opiniones que muchas veces terminan quedando ridiculizadas con el paso de los partidos. Ese apego al resultado inmediato, - que pretendemos evitar aquí en Resultado Moral -, los lleva (a periodistas e hinchas) a contradecirse en un corto lapso.

Luego de la primera fecha disputada el pasado fin de semana, estas fueron algunas de las sentencias más escuchadas:

  • Marino se sacrifica como lo tiene que hacer el 10 de Boca: Con demasiados ojos puestos en su desempeño, Guillermo Marino cumplió un buen encuentro y terminó conformando a la opinión en general. Incluso muchos destacaron cosas menores como el hecho de que se haya tirado al suelo a disputar la pelota (remarcando que Insúa no lo hacía; una falta de respeto para el gran paso del enganche por Boca). ¿Cuántos de estos no lo criticarán cuando Marino vuelva a tener una actuación similar (buena pero no sobresaliente) y su equipo no gane? ¿Podrá ser el verdadero conductor que necesitará Boca cuando enfrente a conjuntos que le propongan otro juego, distinto al del temeroso e inofensivo Banfield?
  • La solidez de Lusenhoff: En un equipo con los problemas defensivos que evidenció River en los últimos tiempos, la presentación del central, llevó a que varios lo resalten como la figura del encuentro. Tras un único partido, parece que los problemas en el fondo terminaron para el equipo de Pasarella y uno de los jugadores del momento desfiló por gran cantidad de programas que lo presentaron como la solución que necesitaban los “millonarios”. ¿Lo será o se contagiará de la fragilidad que caracteriza hace un tiempo a la defensa de River? ¿No será un jugador demasiado lento cuando tenga que marcar a delanteros de equipos contragolpeadores, con mucho campo por recorrer?
  • Vélez va a sufrir las bajas: El equipo de Miguel Angel Russo no tuvo un buen comienzo y ya se dictaminó su suerte. El abultado 0-3 sufrido ante Newell´s determinó que las desvinculaciones que tuvo en los últimos meses van a ser determinantes. Sin negar que se fueron jugadores de calidad, ¿no demostró Vélez que una de sus virtudes fue reponerse siempre de las bajas y rearmarse rápidamente? ¿No mostró que tiene jugadores provenientes de las inferiores, muy interesantes y de rápida adaptación?
  • Colón-Independiente: Luego del 1º Tiempo: A Independiente le va a costar armar el equipo más allá de las individualidades; Luego del 2º Tiempo: Independiente es el principal candidato al título. El encuentro entre el Sabalero y el equipo de Avellaneda del último sábado cumplió notablemente con la cuota de sentencias apresuradas, inclusive tuvo una por tiempo. Tras una primera etapa en desventaja, muchos afirmaban que “las individualidades no ganan solas los partidos”. Los mismos, tras un complemento con 4 goles pasaron a promulgar su firme candidatura. ¿Cuál es el punto justo? Independiente es candidato por las buenas incorporaciones que cerró pero, ¿es un equipo equilibrado o sólo tiene buenos jugadores ofensivos? ¿Podrá manejar la ilusión de su gente?

Si quisiéramos encontrarle una respuesta a estos interrogantes caeríamos en ese dictamen apresurado que hemos visto reflejado en esta primera fecha. Por ello, quedan planteados e irán encontrando su resolución a medida que vayan transcurriendo los partidos fecha tras fecha, tan difíciles de predecir, a pesar de que algunos creen poder dictaminar lo contrario.

Diego Fioravanti

miércoles, agosto 02, 2006

In Memoriam


José Luis Sanchez: Adiós a un pedazo de Fútbol

Lágrimas de tristeza y oscuro luto, porque se despidió de este mundo un jugador emblema del “fútbol espectáculo”. Nunca se dedicó a ser como la mayoría, escapó siempre al prototipo de jugador de “este fútbol actual” (como le gusta decirle al hincha mediocre). Y entendió que si el deporte es fútbol, hay como mínimo, que jugar al fútbol.

Después vendrán otros aditivos, como la garra, personalidad, coraje, despliegue, fortaleza, etc.; pero primero está el fútbol. Y de eso él sabía; y mucho. Pedirle al jugador de fútbol que “primero corra y después juegue” (como reza el lema del hincha medio pelo), es como pedirle a un corredor de 100 metros llanos, que haga jueguitos, meta un caño o gambetee y luego se dedique a correr. O el equivocado es el deporte o el hincha. Yo me inclinaría por la segunda opción.

José Luis “Garrafa” Sánchez siempre se divirtió dentro de un campo de juego, mientras divertía al espectador. Una especie de artista que encandilaba y hacía sonreír a la otra camada de hinchas (a la que disfruta lo impensado, lo mágico), a sus propios compañeros e incluso a rivales, que se mordían los labios y apretaban los puños para evitar detenerse a aplaudirlo, sabiendo que ese gesto era causal de divorcio con su propia hinchada.

Y al igual que Zidane, o El Pibe Valderrama, entre otros, no necesitaba más que décimas de segundo para cambiar el transcurso de un partido. La pelota solo besaba su botín y era tiempo suficiente para habilitar a un compañero en posición de gol.

Y vaya paradoja que el jugador más lento en apariencia física era el más rápido con la cabeza y la pelota; demostrando que podía recorrer la misma distancia que un atlético jugador de 20 años, en mucho menos tiempo, mediante una simple fórmula: la pelota corre más rauda y veloz que cualquier jugador sobre la Tierra. Nada de trasladar de más; la gambeta era un recurso y no un sistema; siempre encontraba un jugador libre. Tenía un par de ojos para cada uno de sus compañeros y el mapa de la cancha en su cabeza llena de fantasía.

Como olvidar sus caños, sus tacos, sus asistencias, su danza antes de ajusticiar con una caricia a sus víctimas en cada penal del que se encargó, sus sutilezas, sus tiros libres.

Nunca jugó en Europa, ni tuvo un pase millonario, pero no fue necesario. Laferrere, El Porvenir, Bella Vista de Uruguay, Banfield, y nuevamente Laferrere, lo tuvieron como jugador y abanderado del buen pie, pero Garrafa nunca tuvo camiseta. Hay hinchas de Boca, de River, de Fénix, de Atlético Tucumán, y de todos y cada uno de los clubes existentes, pero también hay hinchas de Garrafa, a secas. Un iluminado.

Su luz se apagó el 9 de enero de 2006, un par de días después de intentar la que sería su última pirueta, esta vez sobre dos ruedas.

Siempre fue mejor con la redonda, y el público se lo agradece, pero también lo llora, porque se llevó consigo un pedazo de FÚTBOL.

Sergio Simionato

martes, agosto 01, 2006

Herencia de Sangre



Italia, en el término de poco más de un mes fue el epicentro de las noticias más relevantes del ambiente futbolístico. Por un lado, alcanzó la cumbre con su cuarto Campeonato Mundial. Por el otro, un caos en el Calcio derivó en un escándalo de corrupción al nivel de las altas esferas.

Si hay algo para elogiar en los integrantes del plantel del seleccionado italiano, es que se mantuvieron al margen de todo el conflicto, generando un campo de fuerza con la frase “dediquémonos a esto y cuando finalice el Mundial vemos que sucede en el fútbol local” como estandarte. No es fácil rendir al máximo nivel cuando se tiene conciencia de que al volver a casa, posiblemente se sea un “desocupado”.

En la Bota Europea, reinaba la incertidumbre, y su desencadenante habían sido videos que evidenciaban el fraude en la definición de los últimos dos Scudettos que habían quedado en manos de la Juve.

Instantáneamente, y ante la aparición de distintas pruebas, la máxima organización del fútbol italiano, en forma conjunta con la Comisión de Apelación Federal, determinó la revocación de los últimos dos Scudettos obtenidos por la Juventus y el descenso a la segunda división (más la pérdida de gran cantidad de puntos para la próxima temporada); descenso y quita de puntos para la Fiorentina y Lazio; y quita de 44 puntos para el Milan. Además de sanciones varias para un gran número de dirigentes y un árbitro. El Calcio siempre se caracterizó por la violencia en su juego, pero ¡cómo pega esta justicia! Eran necesarias unas “canilleras judiciales”.

A primera vista, todo “primer mundista”, con una sensación de rígida normativa y organización envidiable. En términos legales, todo en apariencia funcionando como debe funcionar.

Sin embargo, y a pocos días del comienzo de la nueva temporada, todo el brillo comienza a decaer. Algunas grietas se comienzan a mostrar. Si nos remitimos a lo legal, muchos quizá no seamos eruditos en el tema de sanciones disciplinaria de este tipo. Pero antes que cualquier ley, en todos los ámbitos de la vida debe primar el sentido común. Y acá, el fútbol más caro del mundo está en deuda. La justicia modificó su fallo de la siguiente manera: se vuelve atrás en la decisión del descenso de Fiorentina y Lazio, con lo cual militarían ambos en la máxima categoría, eso sí, con una quita de puntos que dejaron a Fiore fuera de la Champions y a Lazio de la UEFA. Al Milan se le redujo la quita de puntos. En cuanto a la Juve, se mantiene su descenso y disminuye su quita de puntos. Además pierde sus dos últimos Scudettos. Los dirigentes, en su totalidad, recibieron bajas en sus condenas inhabilitantes.

Hasta acá la formalidad y los temas legales.

A partir de ahora, usaremos el raciocinio, que en mayor o menor medida, tenemos. Dado la celeridad que requiere la organización de tamaños torneos, ¿no debería resolverse en forma más puntual y breve? ¿En base a que pruebas se procedió? ¿Si las sanciones fueron todas “rebajadas”, quiere decir que surgieron nuevos elementos en el proceso? ¿Cuándo se podrá tomar la decisión como “firme”? ¿Se puede seguir apelando?
Mi gran duda recae en saber si no se podría dar sentencia una vez firme la decisión, en lugar de jugar “dar y quitar puntos” sin ton ni son. Tanto los equipos sancionados, como también el resto, deben tomar medidas rápidas. Por ejemplo, hay equipos que, después de estas sanciones, entrarían en copas internacionales y deberían ampliar su plantel para asumir ambos campeonatos. O por ejemplo, El Inter de Milan, que en razón de la sanción a la Juve, sería el nuevo Campeón, no sabe si comenzar a festejar un nuevo título o esperar a un nuevo fallo. Ni hablar de Fiorentina o Lazio, con un plantel desmantelado, dado que sus figuras tuvieron que emigrar a otros clubes. Ahora, ambos equipos (que se quedaron en la prima serie), deben salir a comprar y organizar su plantel en pocos días.

¡¡¡UNA VERGOGNA!!! Dirían por allá.

Hace un tiempo, en Argentina se produjo un hecho muy similar. Si bien acá nunca se sanciona a los denominados “Equipos Grandes”, se había dispuesto la quita de puntos a, entre otros, Nueva Chicago, Los Andes, Argentino de Merlo y Defensores Unidos de Zárate.

Esta determinación se tomó en pleno campeonato, y, por ejemplo en el caso de Chicago, pasó de su lucha en puestos de vanguardia a pelear por no descender. Poco tiempo después, se procedía a devolverle los puntos quitados, produciendo un desorden general.

Uno también se preguntaba, ¿por qué quitarle los puntos cuando aún la sentencia no estaba firme y luego volver atrás, cuando esto ocurría? ¿En que cambió tal situación?

Argentina e Italia. Dos realidades muy distintas.

Osvaldo “Chucho” Mediopelo, hincha argentino por opción, quejoso de profesión, estereotipo por votación popular, dice al respecto: “en los picados del barrio, no pasan estos quilombos, por que nadie tiene un mango, y mucho menos una cámara! Que aprendan esos tifosis!”.

Argentina e Italia. Dos realidades muy distintas.

Miles de kilómetros “geográficos”, miles de kilómetros “organizativos”.

A veces los mismo pecados, a veces los mismos problemas.

A veces la misma VERGOGNA!!


Sergio Simionato