Doble de Riesgo
Guepardo o Chita: Animal terrestre más rápido del mundo.
Carrilero: Equivalente humano del Guepardo. También terrestre, tan rápido como el Guepardo, pero mucho más resistente.
Es el emblema del fútbol moderno. En la Edad Maratónica, el nacimiento de un nuevo ‘híbrido’, entre jugador y atleta, encargado de transitar por el ‘carril rápido’ de la autopista futbolística, contrasta con el antiguo volante ochentoso, que tenía menos ida y vuelta pero era más ‘tiempista’ y criterioso. Este nuevo personaje se encarga de emparentar al fútbol argentino cada vez más con padre de todos los ‘fobals’ (El Inglés).
Carrilero: Equivalente humano del Guepardo. También terrestre, tan rápido como el Guepardo, pero mucho más resistente.
Es el emblema del fútbol moderno. En la Edad Maratónica, el nacimiento de un nuevo ‘híbrido’, entre jugador y atleta, encargado de transitar por el ‘carril rápido’ de la autopista futbolística, contrasta con el antiguo volante ochentoso, que tenía menos ida y vuelta pero era más ‘tiempista’ y criterioso. Este nuevo personaje se encarga de emparentar al fútbol argentino cada vez más con padre de todos los ‘fobals’ (El Inglés).
“Yo vengo a ser un carrilero de la construcción” dice Omar Buenavuelta, mientras continúa explicando. “Trabajo el doble que antes, me encargo del doble de actividades y me pagan un solo sueldo”.
Tan alejado de la realidad no está. Es que el carrilero es dual y juega continuamente con su doble personalidad. De cuerpo aerodinámico, y expuesto a mayores riesgos físicos que la mayoría de sus compañeros, este sacrificado ser acepta duplicar esfuerzos y desdoblarse en dos funciones. Su arma será el “Ida y Vuelta” incansable y en varios casos, un Vértigo hipnótico. Deberá tener dos juegos de ropa según la dirección en la que corra. Cuando corra en la faz defensiva vestirá un overol, pero, ni bien recupere el balón deberá calzarse una ‘pilcha’ un poco más elegante y pensar en el arco rival. “En los picados con amigos o soy carrilero o no juego”. El mayor riesgo que corre es que su velocidad física supere a la velocidad de su cabeza y por lo tanto juegue en un estado muy cercano a la ‘inconsciencia’.
Algunos médicos recomiendan al hincha ‘de alambrado’, no fijar demasiado la vista en nuestro espécimen bajo análisis. No hacer caso a esta advertencia trae aparejado síntomas de vértigo y mareos, cuando no, nauseas.
Los nombres propios que se destacan son: Nedved (Juventus), Galván (Estudiantes), Ryan Giggs y Cristiano Ronaldo (Manchester United), Zarif (Chicago), Iván Juárez (Rafaela), Unyicio (D. De Belgrano), Bataras (J.J. Urquiza), Cardozo (Boca), Camoranesi (Juventus), Ribery (Francia), Beckham (Real Madrid), Rommedahl (Dinamarca).
Todos los jueves en el bar del Tano Pascuale, Omar se junta con un grupete de colegas que tienen en común su pasión por la franja lateral del campo de juego: “Los Carrileros no se Manchan”, se autodenominan y acompañados de un Vermouth y algún plato de saladitos, juegan torneos de ajedrez hasta altas horas de la madrugada. La única salvedad es que ellos le cambian dos reglas al ‘juego de reyes’: primero, los peones se pueden mover indefinidamente hacia delante y hacia atrás en un continuo ida y vuelta. Y segundo, cada vez que un peón llegue al final del tablero no cambia por reina, como comúnmente sucede, sino que debe meter un centro atrás, para la llegada de la reina o el rey.
Los nombres propios que se destacan son: Nedved (Juventus), Galván (Estudiantes), Ryan Giggs y Cristiano Ronaldo (Manchester United), Zarif (Chicago), Iván Juárez (Rafaela), Unyicio (D. De Belgrano), Bataras (J.J. Urquiza), Cardozo (Boca), Camoranesi (Juventus), Ribery (Francia), Beckham (Real Madrid), Rommedahl (Dinamarca).
Todos los jueves en el bar del Tano Pascuale, Omar se junta con un grupete de colegas que tienen en común su pasión por la franja lateral del campo de juego: “Los Carrileros no se Manchan”, se autodenominan y acompañados de un Vermouth y algún plato de saladitos, juegan torneos de ajedrez hasta altas horas de la madrugada. La única salvedad es que ellos le cambian dos reglas al ‘juego de reyes’: primero, los peones se pueden mover indefinidamente hacia delante y hacia atrás en un continuo ida y vuelta. Y segundo, cada vez que un peón llegue al final del tablero no cambia por reina, como comúnmente sucede, sino que debe meter un centro atrás, para la llegada de la reina o el rey.
De vez en cuando alguno de los competidores sale a comprar ‘puchos’ o alguna golosina. “Voy y Vuelvo” dice...como diría en cualquier otro bar.
Sólo que en el bar de Pascuale, “ir y volver” es casi una forma de vida.
Sergio Simionato.
Sergio Simionato.
1 Comments:
MUY LINDA Y SIMPATICA NOTA, SERGITO
Y AGUANTE PASCALEEEEE
SLDS
MM,RUSO
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