martes, octubre 31, 2006

El Fútbol Argentino Agoniza


El Fútbol Argentino agoniza. Con respirador artificial, apenas se mantiene con vida. Está ‘de última’ y su futuro parece negro. Oscurísimo. La infección continúa propagándose y nadie parece capaz de salvarlo.

Con un simple vistazo cada fin de semana a un resumen del fútbol local, se darán cuenta de la gravedad de la situación. Las manzanas podridas están fermentando el cajón, la dirigencia hace la vista gorda, la seguridad delega responsabilidades, el hincha acusa al gobierno, el periodismo equivoca el mensaje y los buitres vuelan bajo.

La enfermedad es crónica y los síntomas se ven semana a semana. Pensar que antes se analizaba la fecha con más goles y ahora la que más partidos suspendidos presenta. Partidos sin público, canchas suspendidas, encuentros que no terminan.

Se ha desvirtuado todo. Y vaya ‘casualidad’, que en medio de un país tan rico, con tantos recursos naturales pero lleno hambre, haya un fútbol tan rico, con tantos recursos futbolísticos (jugadores), pero agonizando.

Nada es menos casual que esto. Partiendo desde la parte dirigencial que recién ahora habla del derecho de admisión y deja que ingrese cualquier hincha, en el estado que sea y con el prontuario que tuviese. Eso no es lo más grave, sino la amistad por conveniencia que algunos dirigentes tienen con este tipo de malvivientes. Y no solo para el plano futbolístico, sino que se valen de ellos para la parte política, el lobby y los métodos de ‘presión’. A cambio de estos servicios, se le otorga a los ‘capos de la barra’ visa para ingresar a cualquier cancha, transportes, y hasta comisiones para algunos. Y me olvidaba: carta blanca para cualquier hecho delictivo. En algunos casos se llega a preguntar, ¿cuál de las dos partes está a cargo del club?. Y como si fuera poco, alguno, como el presidente de Gimnasia L.P., Juan José Muñoz, ingresando al vestuario del juez Daniel Giménez, para ‘sugerirle’ alguna modificación en su accionar.

Por otro lado, los encargados de la seguridad. Tengo la convicción que en todos los sectores de la sociedad hay personas ‘tendientes al mal’ y ‘tendientes al bien’. La Seguridad no es la excepción. Lamentablemente, en los últimos tiempos resaltan más los malos. ¿Quieren decirme quién organiza los operativos? Esto es fácil de explicar. He tenido la suerte de conocer muchas de las canchas de nuestro país y con un simple golpe de vista puedo decir donde es necesario un ‘cordón policial’. Como diría un amigo: Es Básico. El cordón principal debe estar entre las dos parcialidades. Esto que parece tan simple, casi nunca se cumple. Aunque usted no lo crea, son más las veces que el cordón NO se ubica allí que las veces que SI ocurre.

Y el gran problema de la Seguridad es que algunos no pueden manejar semejante fuente de Poder y abusan de sus ‘derechos y deberes’. Represión a ‘troche y moche’ ante la mínima provocación. Y su eterna pelea con la dirigencia. Cada vez que una bengala, un arma, o un elemento prohibido aparece en la tribuna, comienza el tire y afloje mediático. La policía acusa a los dirigentes “Esos elementos fueron ingresados con el consentimiento de los dirigentes el día previo al encuentro”, y aquellos responden “El cacheo no fue exitoso y el operativo nos costó dinerales”. Nadie es el responsable.

Algunos árbitros sin personalidad, que antes de suspender un encuentro por algún proyectil miran la gravedad del daño en el contuso. Ahí surge la frase “¿Tenemos que esperar que maten a alguno para suspender el partido?” Si el herido se levanta y tiene al menos 4 sentidos en buen estado, el encuentro continúa. Y así como la autoridad afuera de la cancha permite que ingresen los violentos, dentro del rectángulo estos jueces permiten que se queden los más violentos y le sacan tarjetas por hablar, saltar carteles o sacarse la camiseta, a algún ‘carlitos’.

Aquellos jugadores que gritan goles de cara a la tribuna rival, o que intentan lesionar de manera intencional a un colega.

El sector del periodismo que convierte en ‘caudillos’ a los jugadores más violentos, en lugar de dejarlos en evidencia. Claro, si hablan mal de algún violento, es una nota menos.

¿Y que me dicen de los que yo llamo “pequeños ladrones de gallinas”? Son seres apenas imperceptibles que se deslizan en el anonimato y que aportan su pequeña cuota de ‘violencia’. Dentro de estos se encuentran algunos camilleros que quieren sentirse parte del triunfo. ¿Qué hacen? Cada vez que llevan un rival en la camilla, lo dejan caer de una forma que parece ‘casual’. Hasta se ha visto alguno insultando al jugador.

También balones y chicos alcanza-pelota que desaparecen misteriosamente cuando su equipo va en ventaja. En un fútbol ‘normal’ esto no sería importante. En un fútbol agonizante, el mínimo detalle es detonante.

Dejé para el final al hincha. Pero no voy a hablar del que todavía disfruta de la magia del fútbol y va a la cancha soñando con gambetas, rabonas, goles y emociones. No hablo del hincha sano. Hablo del otro. Del que va a la cancha a descargar frustraciones, a calmar sus broncas. Ese despreciable ser que sueña con ‘matar’ a un rival. Con robar una bandera. Con ser más guapo. No sabe que desde que se inventó el revolver no hay más guapos. Este hincha que siempre tiene un motivo para agredir, que ante la mínima cargada contesta con violencia, que aleja a la familia de los estadios. Para muchos, identificado como Barra Brava.

Pero también está el otro hincha, debatiéndose en la indecisión, fácilmente influenciable. El problema reside en que el grupo de estos hinchas es el más numeroso. Alienta cuando piden que aliente, pero insulta cuando la premisa es esa. Jamás defiende sus ideas sino las de la elite violenta. Si le piden que arroje una roca, lo hará, y se inclinará hacia donde sople el viento. Sus actos serán justificados por La Ley Del Mal Mayor. “El gobierno tiene la culpa”, “la policía agredió primero”, “en lugar de fijarse en nosotros por qué no se fijan en el país”, como si tuviera algo que ver.

Que cada uno se haga responsable de sus actos. Que cada uno aporte su granito de arena por mínimo que parezca.

El Caos se ha instalado y nadie quiere agarrar el hierro caliente. Todos miran al de al lado con cara de ‘yo no fui’. Todos somos responsables en mayor o menor medida. Nadie da el puntapié inicial. Todos se liberan de responsabilidades.

Mientras tanto en una cama de hospital, El Fútbol Argentino, uno de los torneos más prestigiosos y envidiados del mundo, se debate entre la vida y la muerte esperando por un transplante de ‘Conciencia’, mientras su corazón late cada vez más débil.

Sergio Simionato.

martes, octubre 24, 2006

Poné al torito


…corta Gómez, sale jugando la Turca Yarmut que la adelanta y la termina perdiendo con la Liebre Mareta que toca cortito con López, ¡que linda pared Juan Fernando!, se escapa La Liebre por la derecha, parenló por favor, elude a Zabala, fuerte estiletazooo. Que cerca, que cerquita pasó esa pelota del palo derecho. Un llamado de atención, Juan Fernando, para el equipo local…

La visitante: ¡Uuhh!.

Emilio: ¡Yarmut y la puta que te parió! Mirá la cagada que te mandaste, casi nos vacunan.

El Negro: Como juega ese Mareta, con razón lo quiere Racing.

Emilio: No pasa nada con ese pibe, no te engañes. Es un nene de mamá.

El Negro: ¿Un nene de mamá? Si salió de un barrio humilde…

Emilio: Si ya sé, lo que te quiero decir es que es un flojito, mirá lo que es, una cagada. Si le sabes poner el cuerpo te lo comés crudo. Pero capaz que tenga suerte, porque ahora están de moda estos pibes.

El Negro: ¿Qué?

Emilio: Sí Negro, fijate la nueva camada de goleadores, todos chiquitos, flaquitos. Unas larvas, con un soplido se caen. Que me los vas a comparar con un Batistuta, un Vilaseca o un Beto Acosta, esos son delanteros. Te pasan por encima esas topadoras.

…Se corren las nubes y el sol cae en picada sobre las casi cinco mil almas que presencian el encuentro y por supuesto sobre los protagonistas que sin duda van a sufrir este golpe climático Juan Fernando…

Emilio: Puta que calor, que lindo estaría estar en la platea con un poquito de sombra.

El Negro: ¿Vamos a tomar algo fresco?

Emilio: ¿Fresco? Lo único que tienen fresco acá es el pan de los chorizos. Encima te quieren cobrar dos pesos un vasito de coca tibia que te hace tirar unos pedos que después no te aguantan ni los barras bravas. Parecen que se esforzaran por hacer las cosas mal estos hijos de puta. Después dicen que la familia no viene a la cancha por la violencia.

El Negro: ¿Ah, no? ¿Y por qué no vienen?

Emilio: Por la guita Negro. ¡PONÉ LA PATA YARMUT PELOTUDO! Como te decía, imaginate el tipo que viene con los hijos a la cancha. Las entradas, el chori, la coca, la garrapiñada, el gorrito o la pulsera, el helado para la señora, los pibes se ponen hincha pelotas y le piden, la esposa opina de fútbol. Imaginate pobre tipo, no le da el bolsillo ni el alma y encima TIENE QUE BANCARSE A GENTE INTRASCENDENTE COMO VOS ALVARENGA, PONE GANAS SORETE.

…Desborda el Pibe Castro. Echalo pibe, echalo, centro al área Pontiiiino, Pontino la alcanza a tocar y la envía al córner. Que cerquita no alcance a ver quien cabeceó Juan Fernando…

La Local: UHHH, Y DALE VEEEERDE DALE VE.

El Negro: Uh, de pedo no entro. VAMOS VERDE CARAJO.

Emilio: Si ¡vamos a meter un gol! No podemos errar tanto che.

El Negro: Ya va a venir, entra uno y le metemos cuatro.

Emilio: Conque le metamos uno me conformo, a ver si perdemos la punta. ¡VAMOS VERDE CARAJOOO!

Desde la Visitante: ¡Callate gordo puto! ¡Aguante el rojo!

Emilio: ¡Callate la boca negro pata sucia! ¡Volvé al asentamiento!

El Negro: ¡Que pedazo de indígena! No ves a ningún rubio ahí. Son cuarenta pero meten miedo.

Emilio: Y que querés, si viven a los tiros, llevan la violencia en la sangre. Pobre gente, me dan lástima.

…Pelota cerradaaa. Rechaza con los puños Pontino, pelota sin dueño. Rechaza a medias Garay. La toma Alvarenga se vuelve a meter en el área. Cae aparatosamente y el arbitro no compra, la pelota a las manos de Pontino. Que lástima Juan Fernando, podría haberla seguido ¿No?..

La Local: ¡PENAAAAAAL!

El Negro: ¡PENAL, HIJO DE PUTA!

Emilio: Siempre lo mismo, cobran para los porteños nada más.

El Negro: Pero nos cagan siempre.

Emilio: Culpa nuestra. Hay que ir a buscarlos a la casa, eso hay que hacer, y romperles el alma. Vas a ver como después vienen y no te bombean.

…Casi treinta de la etapa final y el marcador nos sigue diciendo que esto está cero por cero. Un resultado que no beneficia en mucho al equipo local, ya que puede perder la punta si no varían los resultados del resto de la fecha, Juan Fernando…

Emilio: ¡ VAMOS VERDE, QUE ESTOS PUTOS SON HORRIBLES!

El Negro: ¡PONE A VILASECA, FERRUA! ¿CUÁNTO VAS A ESPERAR, SORETE?

…Rechaza violentamente Zabala, y la pelota se pierde detrás del banco visitante. Lateral que hace rápidamente Garay y se escapa Mareta a toda velocidad, deja un hombre en el camino, levanta la cabeza, violento remate TRAVASAAAAÑOOOOO, la pelota se eleva y retiene finalmente Bobio embolsando el balón con sus brazos. Que susto Juan Fernando ¿Cómo viste la jugada?..

La Local: Aplaudan, no dejen de aplaudir, los goles del Torito que ya van a venir…

…La gente comienza a exigir el ingreso del Torito Vilaseca que ya esta recuperado de la conmoción cerebral que sufriera hace dos meses en el clásico. Pierde la pelota Yarmut, López se abre por la izquierda, centro pasadooo, MEDIA CHILENA DE LA LIEBRE, PAAALOOOO. No termina el peligro, remata Carena y la pelota se estrella en el rostro de Bovio que cae fulminado. La mata con el pecho Mareta, la pisa. El arquero sigue en el piso, la Liebre elude a dos jugadores, busca hacerse un espacio. Gómez se choca con Alvarenga y caen ambos al campo de juego. Gooooooollll, ¡Qué golazo! Juan Fernando, definió de rabona si no me equivoco…

La visitante: ¡Goooool! Y dale y dale y dale rojo dale. Ole, ole, ole, oleeee, Liebre, Liebreee.

Emilio: Mirá el loco este, el gol que nos mete. ¡PONE A VILASECA, FERRUA! Que hijo de puta, ¿Porqué espera tanto?

…Cuarenta minutos del segundo tiempo. Ingresa Vilaseca que reemplaza a Alvarenga que tuvo un partido flojito hoy. Un poco tarde el cambio ¿no te parece Juan Fernando?..

El Negro: ¡Vamos Torito carajo! Enseñales a los muertos estos.

Emilio: ¡Vamos torito! Lo tendría que haber sacado a Yarmut

El Negro: No jugó a nada la Turca hoy.

Emilio: ¿Hoy?

…Pelotazo por la izquierda para el Torito. Domina con facilidad el balón, elude al seis Garay, se mete en el area, engancha. Lo bajaron Juan Fernando, eso es penal. Pontino retiene el esférico. Es una vergüenza la tarea… Hay problemas con el línea. Al parecer le tiraron un proyectil, puede peligrar la continuación del match. Que pena, esperemos que el público se calme. Y es que está muy caliente Juan Fernando…

Emilio: ¿Qué haces pendejo pelotudo? ¿Querés que nos suspendan la cancha y nos saque puntos? Tarado.

Pendejo pelotudo: Chupame la pistola, gordo boludo.

Emilio: Vení guacho, vení que te rompo el alma.

El Negro: Pará Emilio, calmate. Es un pendejo.

Pendejo pelotudo: Ningún pendejo, chabón. Yo soy el Toni ¿Qué vacila el gordo ese?

El Negro: Rajá de acá guacho o te lo largo.

Toni: Vení a sacarme vos, gil.

…Hay algunas corridas en el sector desde donde provino el proyectil que afortunadamente no impacto en el blanco. Se reanuda el encuentro cuarenta y tres del segundo tiempo. Seguramente habrá descuento Juan Fernando…

Botón 1: Cálmese y vaya para hayá.

Emilio: No me toque.

Botón 2: Tranquilo Emilio. Me extraña che ¿Vos haciendo quilombo?

…Una de las últimas del partido, pelotazo de Zabala que baja Yarmut a los tropezones. Cruza la mitad de la cancha, pica el Torito por la derecha y está habilitado…

Emilio: ¡LARGALA YARMUT!

…prefiere hacer la personal, supera a la Fiera Martínez. Más que superarlo, lo pasó por encima. Se acerca al área, caño a Garay, el arquero sale desesperado, la pica por encimaaaaa. Viene el gol, viene el gol, viene el gol. La empuja el Toritooooo. GOOOOO…¡No! ¡No vale! Ofsaid marca el linea y tiene razón, la pelota entraba y la toco Vilaseca que estaba adelantado cuando la pica Yarmut. Dios mío, se lo quiere comer la Turca ¿Por qué la tocaste Torito? Era el empate Juan Fernando…

Emilio: TORITO Y LA PUTA QUE TE PARIO, TARADO MENTAL. ¡Este hijo de puta no se recupero del cerebro! ¿PARA QUE LA TOCÁS PAJERO?

El Negro: ¡Que pelotudo! Eso lo hace de sorete, para ser el héroe. La Turca en el vestuario, lo mata.

…la retiene la Liebre sobre el banderín derecho, consume el tiempo y el arbitro señala el centro del campo de juego. Terrrrrminó el partido, festeja el visitante y no es para menos. Lamentablemente se escaparón tres puntos preciosos (o por lo menos uno) para mantener la punta de este cada vez más vibrante campeonato. Los dejo con Juan Fernando Salamendi y su comentario y luego repasaremos los resultados de todas las fechas. Adelante Juan Fernando…

El Negro: Que lástima che, lo podríamos haber empatado.

Emilio: Y bueno, faltan tres fechas todavía. Vamos a comprar garrapiñadas que ahora están más baratas.

El Negro: ¿Cuánto están, jefe?

Garrapiñero: Cuatro por un peso. Son las últimas.

Emilio: Dame ocho.

Garrapiñero: Sirvasé. ¡Que cagada que se mandó Vilaseca!

Emilio: Si, pero no le podes hechar la culpa, nadie jugo a nada. Lo tendríamos que tener a ese Mareta. Es un avión.

El Negro: Como cambias el discurso.

Emilio: Y, al Cesar lo que es del Cesar. Hoy nos volvió locos.

El Negro: Igual a vos mucho no te conviene que ascendamos.

Emilio: ¿Qué decís tarado?

El Negro: Que si hacendemos vamos a jugar los domingos.

Emilio: ¿Y?

El Negro: ¿Cómo “y”? Si jugamos los domingos no vas a poder venir ¿Quién va a dar la misa?

Emilio: Que se yo, dejaré un monaguillo o la adelanto para el sábado.

El Negro: ¿Estás loco? Te van a echar a la mierda.

Emilio: Hay, negrito querido. Te escucho y no lo creo. Si juega el verde yo estoy acá ¿O existe algo más importante?


Sergio “Gonzo” González.

miércoles, octubre 04, 2006

El Grito Sagrado


Al Negro Mario desde que era un ‘crío’ le inquietaba el “por qué” de su elección. ¿Como había finalizado allí, en medio de ese desolador escenario, rodeado de enemigos? No le costó mucho encontrar las raíces de su decisión. Siempre le gustó hacer las cosas, desde pequeño. Y para que las cosas estén ‘hechas’ tienen que estar terminadas. “¡Si no terminas la sopa, no hay postre!” Y el Negro terminaba la sopa y las cosas que tenía por terminar. Si no tienen un Fin siguen estando pendientes y si algo le irritaba y le sigue irritando al Negro, es que las cosas estén pendientes. Supone que de allí viene la decisión, por eso comenzó a caminar el mundo con la frase “Todo termina, lo bueno y lo malo”.

El Negro, entre otras cosas es fanático del fútbol, pero más que nada de los ‘finales’, pero de los felices. Por lo tanto, cuando tuvo la edad suficiente, comenzó a apreciar a los ‘finalizadores’. Además, pensó que si era cierto que “el fin justifica los medios”, cuando él finalizara bien una jugada de equipo, los medios estarían justificados.

Notó que en el fútbol, el objetivo o el fin se encontraba en el arco rival y para eso existían ciertos especialistas. Seres dotados, por sobre todas las cosas, de Paciencia. Saber que la oportunidad se presenta en algún momento y hay que estar atento para aprovecharla. Como en un día de pesca, esperando que la caña se tense.

Su responsabilidad es evitar que cada pelota que anda dando vueltas “No” finalice fuera del arco. Si logra su cometido, el equipo entero disfrutará del éxito, si en cambio no es certero, será abandonado a la deriva en su frustración.

Generalmente su hábitat natural es el área rival, y lo que logrará que se aleje de la misma es su mayor o menor capacidad técnica. Cuanto más dúctil y hábil sea, a más distancia podrá alejarse del área. Hay ciertas excepciones y puede que alejarse del territorio no signifique mayor criterio, sino mayor sacrificio o mayor debilidad por ‘el aplauso fácil’. “Mientras cumpla con sus deberes de Delantero, que se sacrifique lo que quiera”, dice en Negro, sin saber que casi no hay jugadores que puedan realizar ambas cosas. Es poco probable físicamente hablando. Además, existen relevos para cualquier jugador, menos para el delantero, por lo tanto, si se va de su lugar, nadie irá a cubrirlo.

Su sector, como dije antes, es el área y sus alrededores. Allí debe ser experto. No hay tibios: o adentro o afuera. Blanco o Negro. Ovación o Abucheo.

Como en cada posición, existen distintos tipos, de acuerdo a las características de su persona que sobresalgan. Podrían ser: Velocidad, Intuición, Definición, Fuerza, Habilidad, Cabezazo, Desmarque, Cambio de Ritmo, Instinto Asesino, Optimismo, Frialdad y Paciencia. Mucha Paciencia. De acuerdo a la manera en que combine estas características se ubicará y moverá en el campo de juego.

Pero, más allá de todo, será requerido por sus Goles. Goles son amores. Y millones.

Por eso este ‘especialista’ cotiza tan alto en el Super Mercado de Pases. No solo por sus goles, sino porque cada vez se va quedando más en soledad para convertirlos.

Décadas atrás los atacantes eran 5. Bien recordada es la Máquina de River en la década del 40’, con Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau. Luego, décadas después, pasaron a ser 3. En los 90’ comenzó la era de 2 delanteros. Y en la actualidad muchos equipos juegan con 1 y hasta se ha visto alguno de visitante con ninguno. “No me animo a hacer un análisis a futuro, porque me imagino cual sería el resultado” “No hace falta ser demasiado piola”, completa el Negro.
“El Llanero Solitario tenía más compañía que el Delantero en el siglo XXI”

“Cuando ya no haya más delanteros, ¿Quién va a usar el 9 en la espalda?” “Lo mejor va a ser que lo saquemos de circulación, así no lo vemos llorar en la espalda de alguien que no lo siente realmente”.

Entre los estilos de delanteros hay dos bien marcados: Los Goleadores y los Definidores. Los primeros se caracterizan por no tener gran capacidad técnica, ni demasiada velocidad. Sus armas son por sobretodo la capacidad de desmarque, la velocidad mental, y por sobretodo una virtud innata para estar “en el lugar indicado, en el momento preciso”. Algunos lo llaman ‘Intuición’, otros ‘Suerte’, pero le llamemos como le llamemos, ellos siguen encargándose de darle vida al mito. Por eso a veces los llaman “optimistas del gol”. La cuestión es que si una pelota queda ‘boyando’ en el área, probablemente un Goleador la convierta en ganancia. Roberto Fontanarrosa (otro ‘Negro’), en una nota, definió este fenómeno más o menos así: “...Todos buscan el rebote, pero la pelota siempre lo elige a él...” (Refiriéndose a Hernán Crespo en el gol de Argentina contra Costa de Marfil en el Mundial Alemania 2006).

Así de simple, el balón rebota en el área y siempre le cae al goleador, de una manera casi arbitraria. Y sus goles se convertirán a un toque, a lo sumo dos, pero rara vez el defensor tendrá posibilidades, porque cuando llegue a marcarlo, el balón ya habrá partido con destino de red. “¡...Los goleadores no la tocan, pero cuando la tocan...!” Así describe el relato popular a los mismos. Pueden pasar 85 minutos en el anonimato, sin participar del juego. Durante esos minutos el público recriminará su inoperancia y pedirán su cabeza, en una escena repetida hasta el hartazgo. Pero la mayoría sabrá que siempre hay un cartucho guardado que suele explotar cuando más se lo necesita. Luego del gol volverá a ser Ídolo con todas las letras y algún que otro hincha le pedirá perdón por no haber confiado.

Por otro lado, están los Definidores, que si bien cumplen el objetivo “Gol”, sus medios para conseguirlos son muy distintos. El definidor aventaja al goleador en manejo del balón, posiblemente en velocidad y juego asociado, pero sale perdiendo cuando de ‘intuición’ y ‘suerte’ hablamos. El definidor es austero. No tendrá situaciones de gol para ‘tirar para arriba’ como si sucede con el goleador. El definidor sabe que tendrá una, a lo sumo dos situaciones de gol, y cuando estas aparezcan deberá capitalizarlas sabiendo que quizá no haya otra. Además, tendrá que fabricarse cada ‘tanto’ con sus características individuales. Muy rara vez convertirá un gol ‘fácil’, y tendrá, en la mayoría de los casos, que eliminar al menos a un rival. Eso sí, participará mucho más en el juego.

El goleador actúa a repentización, y no le da tiempo ni a la propia pelota a entender donde está ubicada. Lo suyo son décimas de segundo. El definidor es más frío, y entiende que dentro del área hay segundos desparramados que nadie quiere utilizar. Siempre encuentra tiempo, que el resto, enceguecido, nunca descubrirá. Solo enviará el balón al fondo de la red cuando sea el momento indicado; ni antes, ni después. Para entender la diferencia entre ambos, podemos hacer una comparación: El Goleador es un Soldado con ametralladora, y el Definidor es un Francotirador. Ambos hacen blanco (quizá el goleador lo haga más veces), ambos dan en el objetivo, pero el definidor utilizará menos balas. Ambos son dos caras de la misma moneda: los delanteros o finalizadores.

Además, para agregarle dificultad, este personaje hará todo esto mientras recibe una y otra vez golpes, muchas veces arteros. Sus piernas se convertirán en una colección de cicatrices y lesiones que solo se curarán una vez que la pelota termine dentro del arco.

Los hinchas, periodistas, compañeros y los televidentes, siempre serán ‘maestros’ en el tema de definición y lo aconsejaran “¡Tocala por un costado!” “¡Te dejó todo el palo libre!” “¡Gambeteá al arquero!”, pero cuando les toque a ellos estar en la misma situación, la vista se les oscurecerá, el estómago se les hará un nudo, las piernas les temblarán, y será allí cuando decidirán cerrar los ojos, y pegarle a donde la redonda quiera ir (la mayoría de las veces a las manos de algún hincha ubicado en la tribuna cabecera), olvidando por completo sus grandes conocimientos teóricos acerca de definición.

Los hay Egoístas y Generosos. Si es egoísta se las tendrá que arreglar solo. De ser generoso, quizá arme sociedades con el otro Delantero, o con el Enganche, y ambos puedan beneficiarse mutuamente.

Entre los Goleadores destacados se encuentran: Palermo (Boca), Bazán Vera (Tristán Suárez), Hernán Crespo (Inter), Calderón (Estudiantes), Negretti (Midland), Giménez (Instituto), El Beto Yaqué (Almagro), Fuertes (Colón). Dos históricos también son emblema: Gabriel Batistuta y El Luifa Artime.

Por el lado de los Definidores: Silvera (San Lorenzo), Henry (Arsenal-Inglaterra), Salas (U de chile), Mancini (J.J. Urquiza), Figueroa (Barracas Bolivar), Palacios (Boca), Enría (Colón). Sobre ellos se destaca el Brasileño Ronaldo, con una capacidad de acierto que a veces asusta.

Hay un tercer grupo, que está compuesto por delanteros que tienen un mix de ambos estilos: Manteca Martínez (Ex Boca), Vega (Los Andes), Neuspiller (Fenix) y como no, El Chapulín Romario.

El Negro Mario vuelve en sí. Soñaba despierto. Algo le cortó el trance. Se queja: “¡Me cortaron un gol, la p.. madre!” Pensaba en el próximo gol. Como siempre, antes de algún partido inventa algún gol en su cabeza. Imagina como será el gol más lindo, que según él es el próximo, porque será el que más le haga poner la piel de gallina y que más afónico lo deje. “Sigo pensando que el gol más difícil es el que viene, porque los otros Ya están hechos”. No puede sacarse de la cabeza la imagen de esa tribuna colmada de bocas llenas de Gol, llenas de la palabra más hermosa que tiene este bello deporte.

A veces, por las noches, se despierta sobresaltado, con el eco de la frase del ‘Narigón’, “El resultado perfecto es el 0 a 0”.

La frase le queda picando, como pelota en el área y el Negro, fiel a su estilo, le da un final.

“Sea como sea, sigo prefiriendo un fútbol lleno de gritos, vacío de ceros...lo más imperfecto posible...”

Sergio Simionato